Debido a que los vientos Alisios del este se han fortalecido recientemente y se pronostica que continuarán a corto plazo, el consenso de los pronosticadores y los modelos meteorológicos de predicción sugieren que ha iniciado una disminución más lenta de La Niña y persistirá durante la primavera del hemisferio norte.
El Centro de Predicciones Climáticas de la NOAA y el Instituto Internacional de Investigación del clima y la sociedad (IRI), han indicado hoy, que hay un 77 por ciento de probabilidad de que La Niña continúe durante la primavera del hemisferio norte (marzo-mayo de 2022) y luego haga la transición a ENSO-neutral (56 % de probabilidad durante mayo-julio). Recordemos que ENSO-neutral ocurre cuando no existen condiciones que indiquen la presencia de El Niño ni La Niña.
Asimismo, señalan que las temperaturas de la superficie del mar (SSTs, por sus siglas en inglés) por debajo del promedio disminuyeron en enero de 2022, aunque las anomalías se mantuvieron negativas en gran parte del este central y este del Océano Pacifico ecuatorial. La mayoría de los índices de ENSO semanales se mantuvieron entre -0.5 °C y -1.0 °C en la última semana (es el umbral de temperaturas que indica un La Niña débil), excepto el índice del Niño-4, que fue de -0.2 °C.
En contraste, las temperaturas de la subsuperficie (promediadas entre 180°-100° oeste y 0-300 metros de profundidad) tendieron a estar cerca del promedio durante el mes. Este gran cambio en las últimas semanas reflejó la progresión hacia el este de una onda Kelvin descendente, como lo indica la extensión de las temperaturas de la subsuperficie por encima del promedio en gran parte del Pacífico.
Las temperaturas de la subsuperficie por debajo del promedio se limitaron al este del Océano Pacífico para finales del mes. Para el promedio del mes, los vientos ecuatoriales en los niveles bajos estuvieron cerca del promedio en gran parte del Pacífico, mientras que las anomalías en los vientos del oeste en los niveles altos permanecieron sobre el este central del Océano Pacífico.
La convección por debajo del promedio se fortaleció cerca y al oeste de la Línea de Cambio de Fecha, mientras que la convección estuvo cerca del promedio en Indonesia. En general, el sistema acoplado océano-atmósfera reflejó un debilitamiento de La Niña, informó la NOAA/IRI.
¿Qué se espera para Venezuela?
Lo primero que debemos tener presente, es que el fenómeno La Niña ha favorecido históricamente para Venezuela precipitaciones atípicas por encima de lo normal, inclusive dentro de nuestro período seco como el que transitamos actualmente. Pero esto no quiere decir que lloverá todos los días y en cada rincón del país; los efectos son muy variables y depende de la climatología de cada región, su relieve, ubicación geográfica, entre otros factores.
Lo más significativo por el momento, ha sido el transporte de humedad hacia nuestras costas por parte de los vientos Alisios del noreste, motivado a las anomalías cálidas de las aguas superficiales del Océano Atlántico y mar Caribe. Asimismo, algunas vaguadas o el patrón de vientos en la troposfera superior que han fortalecido los efectos locales en superficie, generando lluvias en sectores de Zulia, los Andes, Llanos Occidentales y la región Guayana.
En tal sentido, y de acuerdo a los modelos de predicción estacional trimestral más empleados, como son el europeo ECMWF y el estadounidense NCEP, podemos observar que ambos sugieren que para el trimestre febrero, marzo y abril de 2022, existe la probabilidad de que se registren precipitaciones levemente sobre lo normal, en partes del occidente de Venezuela, la franja norte costera y la porción oriental.
Los valores pluviométricos serían más significativos sobre el promedio trimestral, en áreas de la región Guayana. Para los Llanos en general, se prevé lluvias dentro de los parámetros normales, con pocas excepciones:
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