La temperaturas superficiales del océano Pacífico ecuatorial, se mantuvieron mayormente dentro de los valores promedios el pasado mes, lo que quiere decir que continuamos con un ENOS-neutral (sin condiciones de El Niño ni La Niña). El índice semanal en la región Niño-3.4 más reciente fue de +0.3 °C, mientras que las anomalías de las aguas superficiales permanecieron más frías en el este de la región de Niño-3 (-0.1 °C) y más cálidas en oeste de la región de Niño-4 (+0.5 °C):
Recordemos que para declarar la consolidación del fenómeno La Niña, se debe observar una anomalía negativa en la temperatura de la superficie del mar de -0.5 °C o menos en un período de un mes en la región del Niño-3.4 del Océano Pacífico ecuatorial (5oN-5oS, 120oW-170oW).
¿Cuándo se pudiera establecer La Niña?
Los pronósticos más recientes de IRI (Instituto Internacional para la Investigación para el Clima y la Sociedad) siguen indicando un retraso en el surgimiento de La Niña, con lo cual el equipo de pronosticadores también coinciden en esta apreciación de los modelos, sugiriendo que la transición ocurra entre agosto-octubre de este año.
En conclusión, se espera que continúen las condiciones de ENOS-neutral por los próximos meses, con el favorecimiento del surgimiento de La Niña durante agosto-octubre (70% de probabilidad) y que dicha variable climática persista hasta el invierno del hemisferio norte de 2024-25 (79% de probabilidad durante noviembre-enero.
Mientras tanto ¿Qué se espera para Venezuela?
Los modelos estacionales más confiables como son el C3S de Copernicus, el estadounidense NCEP, el europeo ECMWF, entre otros, indican para gran parte de Venezuela, que las precipitaciones durante este trimestre se mantendrán dentro de los promedios históricos (lo que habitualmente llueve para estos meses) a sobre lo normal (que llueva más de lo habitual). Asimismo, tanto el NCEP como el ECMWF, en concordancia con el IRI, muestran un posible déficit en las precipitaciones (que llueva menos de lo normal para la fecha) en los Llanos suroccidentales (Apure, porción central y este de Barinas), sur de Amazonas y el extremo este del territorio nacional.
Hay que tener claro, que ninguno de estos modelos están en la capacidad de pronosticar a mediano plazo, algún evento pluviométrico fuerte que pueda ocurrir muy puntualmente en alguna localidad específica y tampoco algún déficit local, ya que los mismos toman en consideración parámetros de escala global.
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