La capa de hielo marino del Ártico de este año se redujo al segundo nivel más bajo desde que comenzaron los registros modernos a fines de la década de 1970
En el Océano Ártico, el hielo marino alcanzó su extensión mínima de 1.44 millones de millas cuadradas (3.74 millones de kilómetros cuadrados) el pasado 15 de septiembre, la segunda extensión más baja desde que comenzaron los registros modernos. Esto de acuerdo al análisis de datos satelitales realizado por la NASA y el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC) de la Universidad de Colorado Boulder.
En invierno, el agua de mar congelada cubre casi todo el Océano Ártico y los mares vecinos. Este hielo marino experimenta patrones estacionales de cambio, indica la NASA: adelgazamiento y encogimiento a fines de la primavera y el verano, y espesamiento y expansión durante el otoño y el invierno. La extensión del hielo marino de verano en el Ártico puede afectar los ecosistemas locales, los patrones climáticos regionales y globales y la circulación oceánica. En las últimas dos décadas, la extensión mínima de hielo marino del Ártico en el verano se ha reducido notablemente. La extensión más baja registrada se estableció en 2012, y la extensión del año pasado estuvo empatada en el segundo lugar, hasta este año. Una ola de calor siberiana en la primavera de 2020 comenzó temprano la temporada de derretimiento del hielo marino del Ártico de este año, y con las temperaturas del Ártico siendo de 14 a 18 grados Fahrenheit (8 a 10 grados Celsius) más cálidas que el promedio, la extensión del hielo siguió disminuyendo. La extensión mínima de 2020 fue 958,000 millas cuadradas (2,48 millones de kilómetros cuadrados) por debajo del promedio de 1981-2010 de extensiones mínimas anuales, y 2020 es solo la segunda vez registrada que la extensión mínima ha caído por debajo de 1,5 millones de millas cuadradas (4 millones de kilómetros cuadrados).
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