El llamado lo hace el Consejo Interacadémico y la Red Mundial de Academias de Ciencias. Ante la presencia de casos de plagio, falsificación y manipulación de datos y resultados en reconocidas investigaciones científicas del mundo, el Consejo Interacadémico y la Red Mundial de Academias de Ciencias publicaron un informe que les recuerda a los científicos cómo hacer ciencia de forma ética, responsable y con calidad. Este tipo de conductas, señala la publicación, están afectando gravemente la credibilidad de los investigadores en el mundo, por lo cual es importante recuperar la confianza que la sociedad ha depositado en la ciencia. Preocupan, adicionalmente, los casos de autoplagio, maltrato de animales y «autores fantasma» en algunos trabajos científicos. El documento señala como una práctica irresponsable e indeseable, que se presenta con relativa frecuencia, reclamar o conceder autoría «no merecida»; por eso, les pide a las revistas y a los autores evitar estas prácticas, incluida la de poner citas bibliográficas solo para elevar las cifras del factor de impacto de una publicación. «Un científico – afirma José A. Lozano, secretario ejecutivo de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, y uno de los autores del documento- tiene la obligación de presentar sus resultados de forma imparcial, equitativa y justa en sus apreciaciones, sin dejarse llevar por la pasión, pues su trabajo debe estar basado en la evidencia». Debido a que el presupuesto para hacer ciencia ha aumentado en los últimos años, según el informe, es necesario fijar nuevas guías, procedimientos y controles a los trabajos científicos. «La ciencia tiene que hacer un esfuerzo para no perder su posición de respeto y autoridad«, indica Lozano, quien agrega que el documento incita a que se castigue a quien no haga investigación de forma responsable. El propósito es prevenir el mal uso de la ciencia que se ha presentado, particularmente, en algunas investigaciones con células madre y en el campo de las ciencias sociales. La publicación refuerza principios básicos como la honestidad, la equidad, la justicia, la objetividad, la confiabilidad y el escepticismo (pues el científico tiene que ser escéptico aun con sus propios resultados), y hace un recorrido por todos los pasos clave para hacer investigación, de manera que los científicos tengan en mente un propósito: trabajar por el bienestar de la sociedad y no por el propio.
Fuente: El Tiempo de Colombia
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